Marisa Luján es administradora de un pequeño Hotel en Michoacán, México. Es allí donde a fuerza de dificultades y aprovechando cuanta oportunidad de negocio que le brinde el turismo, ha logrado construir un mundo propicio para ella y su pequeño hijo Lalo, de diez años de edad. A través de Víctor, uno de los tantos muchachos del pueblo que año tras año, venía de los Estados Unidos, país donde residía, a pasar vacaciones navideñas en esta tierra de sus orígenes, conoció por primera vez el amor, quedando embarazada de éste.
La relación nunca se cristalizó como para formar una familia y ella decidió encargarse de levantar a su hijo sola, cosa que hizo con muchos anhelos, ambiciones, y sobretodo, con mucho trabajo, pero ese sueño pasó rápidamente a convertirse en una pesadilla pues su pueblo se tornó en un nido de narcos y el pequeño hotel donde trabajaba fue comprado por el cartel delictivo para alojar a sus sicarios.
Es así como Marisa se ve en la necesidad de emigrar al norte por el bien de su hijo. Lalo le sugiere que se case con Víctor, su padre, para obtener estatus legal en los Estados Unidos. Marisa acepta, con algo de preocupación, y luego de una desangelada ceremonia emprenden viaje al norte. Marisa, nuevamente cargada de sueños, tiene la secreta esperanza de que su relación con Víctor pueda transformarse de nuevo en el amor que la llevó a darle un hijo.
Se instalan en la ciudad de Los Ángeles, pero no tarda Marisa en darse cuenta que eso es imposible, que Víctor nunca va a cambiar y luego de un enfrentamiento decide viajar y llevarse a su hijo e intentarlo juntos, solos, en Manhattan, ciudad en la que tiene una amiga que se ofrece a ayudarla. De la mano de Belinda, su mejor amiga desde la niñez, Marisa comienza allí una nueva vida y logra acomodarse como Maid en uno de los más importantes y lujosos hoteles de la Gran Manzana.
La vida comienza a cambiar y los amigos a crecer. Belinda, y Leticia, otra compañera de trabajo, se convierten en su familia, unidas a Tania una simpática afro-americana que la adopta como su hermana menor. La tenacidad y el esfuerzo que Marisa pone a su trabajo, le hacen ganarse de inmediato el respeto de Amador, el manager del hotel, sembrando cada vez más posibilidades de crecimiento. Y es en ese momento, cuando se inicia la que será, nuestra, divertida a veces y trágica otras, pero muy romántica historia de amor, pues por un equívoco generado por su hijo Lalo, conoce aCristóbal Parker Salas, joven apuesto, valiente y emprendedor, que de manera algo accidental, la confunde con una huésped del hotel en lugar de una camarera.
A raíz de ese momento se hace el galante protagonista de nuestra historia pues queda irremediablemente enamorado de ella, y ella, por primera vez en su vida, cae abismalmente atraída por un hombre del que sabe se enamorará perdidamente y no puede hacer nada por evitarlo. Es así como nace el amor entre dos seres que por distintas razones, bien sea casualidad o mejor aún, por una hermosa causalidad, al conocerse, interpretan roles diferentes a lo que en realidad son.
Pero el destino se adelanta de la mano de SaraMontero, nuestra villana, rica comentarista ocasional de modas y aspirante al amor de Cristóbal quien no permitirá que una maid le arrebate lo que ella cree suyo.
Marisa tiene un trepidante aterrizaje a la realidad y se avergüenza de haber actuado como una tonta adolescente enamorada. Eso, unido al airado reclamo de Cristóbal al sentirse engañado, serán el aliciente para un sentido juramento: a partir de ese instante su vida irá detrás del objetivo fundamental de ser alguien por y para ella y su hijo, pero sobre todo nunca más permitirá que una ilusión de amor invada su vida para dejarla de nuevo destrozada.
Para Cristóbal todo este escándalo ha servido para abrir los ojos a una realidad a la que nunca antes se había expuesto y en la coyuntura de una enfermedad de su padre, candidato a repetir al senado de los Estados Unidos, decide lanzarse él a la carrera política. Pero sobre todo se da cuenta que el amor por Marisa sigue aún más vivo que cuando la conoció. A pesar de que Marisa y Cristóbal piensan constantemente uno en el otro sus vidas van por caminos muy diferentes. Pero el destino los vuelve a unir y será Lalo, el hijo de Marisa, quien siempre interesado en temas históricos y políticos, por la reivindicación de la calidad de vida de las comunidades latinas, sirva de Cupido juntándolos en una conferencia que Cristóbal dará en el nuevo Hotel donde Marisa trabaja.
Y vuelven las mariposas y el palpitar de pecho con el encuentro a pesar de que para ese momento Marisa ha conocido a Frank Varela, un joven trabajador del aeropuerto de La Guardia, líder de un grupo de acción social y cultural del barrio de Queens. Aparece de nuevo también Víctor, quien viene reclamando su condición de padre de Lalo y queriendo que le dé una oportunidad como hombre en su vida. Pero Marisa tiene claros sus sentimientos como mujer y son hacia Cristóbal.
Todo pareciera acomodarse para el amor de nuestros protagonistas pero con él también llegan las fuerzas del mal que ahora más que nunca se empeñarán en separarlos.
Una vez superados todos los obstáculos que una y otra vez se van atravesando en sus caminos e impidiéndoles estar juntos, la gran incógnita será si la fuerza de ese amor los llevará a salir invictos de todas las batallas y declarar que ganaron esa guerra.
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